viernes, 24 de agosto de 2007

Enuresis: Cómo ayudar a tu hijo si se hace pis en la cama.

Intentaremos aquí ofrecer consejos para ayudar a cuidar la salud. Esperamos que la colaboración de algunos padres, profesionales de la salud, pueda ayudarnos a hacer más interesante este espacio. Iniciaremos la sección con la charla (1ª parte) ofrecida por la psicóloga Rosa Rivas Bosch a las familias poco antes de finalizar el curso pasado.


Cuando decimos que un niño se hace pis en la cama, estamos hablando de un problema de micción involuntaria, que recibe el nombre de enuresis.

Normalmente el autocontrol de las funciones evacuatorias se establece en el niño entre el 1º y 3º año. Sin embargo, alrededor de un 15% de niños sanos de 5 y 6 años mojan la cama, más o menos esporádicamente.

Aunque exista un único término para designarlo, este transtorno puede tomar diversas formas y ofrecer muchas variaciones. Así, solemos hablar de "enuresis primaria" cuando el niño no ha llegado a adquirir nunca el control sobre el paso de la orina por la noche y "enuresis secundaria" en el caso de aquellos niños que, tras haber conseguido un control inicial, de algunos meses por lo menos, vuelven a recaer posteriormente.

Causas de la enuresis:

  • Capacidad funcional de la vejiga disminuida.

  • La capacidad de los niños enuréticos es notablemente inferior.

  • Falta de aprendizaje. El niño debe aprender a discriminar los complejos reflejos de control del detrusor (vejiga) y de los esfínteres externos e internos y a coordinar su actuación.

  • Falta de una conexión adecuada entre una vejiga repleta y los centros "centinelas" del cerebro que hacen que nos despertemos cuando es necesario para vaciar la vegija en el lugar correcto.

  • Sensibilización de la piel a la humedad.A veces favorecida por el uso de pañales que ahorran inconveniencias al niño, y de paso le privan del mecanismo de emergencias de despertarse.

  • Afecciones urológicas o renales, producidas por irritaciones o procesos infecciosos.

  • Transtornos neuromusculares,producidos por lesiones sufridas en cualquiera de los elementos componentes del sistema genito urinario o la médula espinal (espina bífida).
Presentación 1: Enuresis




Pulsa en la flecha para ver la presentación elaborada para Mayzara Digital a partir de la información aportada a la charla por la ponente


¿Qué no hacer?
  • Castigos. Algunos padres piensan que sus hijos son muy vagos y no ponen de su parte, por lo que les riñen y castigan. Al poner en evidencia ante los demás, reñir, pegar o amenazar, solo se consigue que el niño se ponga más nervioso y produzca más orina.

  • Permisividad. Así como el castigo no es conveniente, tampoco una excesiva permisividad. La actitud más conveniente es la comprensión de las dificultades que puede suponer para el niño su transtorno, combinada con una voluntad firme de resolverlo.

  • Pañales. No deberían usarse más allá de los tres años ya que favorecen que el niño se acostumbre a ellos y su piel se insensibiliza de tal manera que viene a significar una forma más de permiso para hacerse pis.

  • Levantar al niño de noche. No damos la oportunidad al niño para que llegue a asociar las señales internas causadas por una vejiga repleta con el despertar provocado por esas sensaciones.

  • Restricción de líquidos. Privamos al niño de las sensaciones y mecanismos para conseguir un control total de los esfínteres. Sí sería recomendable limitar ese consumo unas tres horas antes de irse a la cama.

  • Medicación. Es una respuesta fácil que no siempre da buenos resultados: al suprimir la medicación puede volver a aparecer.


¿Qué hacer?

  • Aumentar la capacidad funcional de la vejiga. Animar al niño a beber mucho más de lo que habitualmente hace intentando que, de forma gradual y progresiva, logre contener durante el día las ganas de hacer pis. Podemos planteárselo como una especie de reto y para comenzar será suficiente con que aguante unos 30 segundos o un minuto.

  • Fortificación de esfínteres. Animar a que tras haber retenido las ganas de hacer pis, y una vez que empiece a orinar, corte el flujo de orina, un número progresivo de veces, cada vez que hace pis.

  • Alarma anti-enurética. Consta de un sensor de humedad y de un timbre. Las primeras gotas de orina cierran un circuito eléctrico que hace sonar una alarma, que a la vez despierta inmediatamente al niño.

  • Calendario de enuresis. Confección de un calendario en el cual se indica lo que ocurre cada noche (Por ejemplo, un sol los días secos y una nube con lluvia en los mojados. Cuantos más soles, más días secos y mayor motivación.

  • Refuerzo social. El niño descubre las ventajas que reporta su control de la vejiga.

Información en nuestro periódico Mayzara Digital.

3 comentarios:

marga dijo...

hola, tengo un hijo de 9 años, que se hace pis en la cama, para el es un gran problema y yo sufro de verlo sufrir a él, no quiere ir a ningun tipo de excursión que sea dormir fuera de casa, y aún menos con sus amigos del cole.he probada mucahs cosas para remediarlo, hasta hoy no ha habido nada eficaz cien por cienl. ahora está con minurín, me gustaría tener alguna opinión sobre todo consejos para su remedio.muchas gracias.

Anónimo dijo...

Hágale ver que su problema es común, que no durará siempre -no más de dos o tres años más- y que probablemente también afecte a alguno de sus hijos como también afectó a alguno de sus padres. Esto seguramente le ayudará a verlo de otra manera. El método vendrá después y necesitará mucha paciencia, pero la ansiedad se habrá reducido bastante.

Nuestra Salud dijo...

Mojar la cama es común durante los años pre-escolares. Los niños varían en su capacidad de controlar sus vejigas durante la noche. Es absolutamente normal para un niño menor de cinco años mojar la cama de vez en cuando y los muchachos a menudo toman mas tiempo que las muchachas para pasar la noche secos. Los accidentes suceden y se deben tratar amablemente para prevenir problemas emocionales. Los niños que mojan sus camas no deben ser castigados o regañados. Existe un remedio natural homeopático que ha sido formulado para ayudar al niño a alcanzar el control de la vejiga en la noche.